Edgar Sánchez Agulló | Barcelona - Pocas
voces más autorizadas y con mayor peso específico dentro de los cauces
del patriotismo español durante las últimas dos décadas que la de Ricardo Sáenz de Ynestrillas.
Fruto de una génesis de varias generaciones militares (es tataranieto
del también general carlista Ramón Sáenz de Ynestrillas e hijo del
recordado comandante asesinado en Madrid junio de 1986 por la banda
terrorista ETA), el dirigente falangista se erigió, a principios de los
años noventa y al frente de su Alianza por la Unidad Nacional,
en líder natural e indiscutible bastión aglutinador de los
endémicamente disgregados movimientos nacional sindicalistas y
revolucionarios de nuestro país. Su proyecto político fue, desde la
muerte del General Franco, y junto a los años de apogeo de la Fuerza
Nueva
de Blas Piñar, la única formación española capaz de canalizar, bajo unas mismas siglas, la plana mayor de sensibilidades e inquietudes de la mal llamada extrema derecha contemporánea. Ahora, retirado desde hace varios años de la primea línea de la política activa, licenciado en derecho y convertido en todo un escritor de referencia dentro del espectro del patriotismo estatal (su primera obra, Crónica de un hombre libre, autobiografía de carácter personal publicada en 2006 por la Editorial Sepha, ha alcanzado ya su quinta edición), recibe en exclusiva a Mediterráneo Digital en su casa de Buenos Aires, la capital argentina, donde reside desde mediados de 2011junto a su esposa, Gemma, y su perro, Zar. Ynestrillas es claro, ágil, rápido tremendamente directo en sus argumentos: "Me preocupa en sobremanera la situación que se está llegando en España", confiesa. Pocos podrán otorgarle a Ricardo el siempre socarrado beneficio de la duda.
de Blas Piñar, la única formación española capaz de canalizar, bajo unas mismas siglas, la plana mayor de sensibilidades e inquietudes de la mal llamada extrema derecha contemporánea. Ahora, retirado desde hace varios años de la primea línea de la política activa, licenciado en derecho y convertido en todo un escritor de referencia dentro del espectro del patriotismo estatal (su primera obra, Crónica de un hombre libre, autobiografía de carácter personal publicada en 2006 por la Editorial Sepha, ha alcanzado ya su quinta edición), recibe en exclusiva a Mediterráneo Digital en su casa de Buenos Aires, la capital argentina, donde reside desde mediados de 2011junto a su esposa, Gemma, y su perro, Zar. Ynestrillas es claro, ágil, rápido tremendamente directo en sus argumentos: "Me preocupa en sobremanera la situación que se está llegando en España", confiesa. Pocos podrán otorgarle a Ricardo el siempre socarrado beneficio de la duda.
'Si el gobierno catalán, o cualquier otro, atenta contra el resto de España, se tendrá que atener a las consecuencias'
'Es
posible todavía una gran opción revolucionaria en España. Hay que
articularla y organizarla con el máximo compromiso y con un plan de
acción bien diseñado. Y dirigirlo hacia un público nuevo, joven, audaz,
comprometido y libre: todo lo contrario del prototipo frikifacha'.
Desde
Buenos Aires, imaginamos estará al corriente del clima de tensión
creciente que se vive en las últimas semanas en la siempre complicada
relación entre Cataluña y España. La histórica manifestación
independentista de la Diada (con más de un millón de personas en
Barcelona pidiendo el Estado propio), el no del Gobierno Rajoy a
negociar un nuevo pacto fiscal con el president Artur Mas y la
convocatoria anticipada de elecciones para el próximo 25 de Noviembre.
¿Cómo ve Ricardo Sáenz de Ynestrillas la situación desde la distancia?
¿Está siguiendo la actualidad nacional?
Para
empezar, quiero felicitarte por la inauguración del nuevo formato y
aspecto de Mediterráneo Digital. Te deseo lo mejor en esta nueva etapa.
Por otra parte, me gustaría matizar tu pregunta. En la actualidad, estoy
viendo infinidad de titulares de prensa escrita y medios audiovisuales
que expresan lo que tú has planteado y de la misma manera: la "relación
entre Cataluña y España". Y esta frase es, sencillamente, un
contrasentido. Porque Cataluña ES España y siempre lo ha sido. Por
tanto, el conflicto es entre el gobierno autónomo y el gobierno central.
Sin más.
Desde
luego que sigo la información. Estoy en contacto con España través de
personas y medios (sobre todo el tuyo) y la situación me preocupa
sobremanera. Cada cierto período de años ocurre esto en Cataluña, no
desde siempre, como dicen también los medios, sino que lo ha hecho, en
toda su existencia, con ésta, 3 o 4 veces. Y siempre le ha salido igual
de mal. Lo peor de todo es que toda esta historia del independentismo es
un fraude y una estafa monumental. Sobre todo a los catalanes, a
quienes se manipula exacerbando los instintos más primarios, cerriles y
egoístas del pueblo catalán con la única intención, por parte de sus
derechistas políticos nazionalistas, de seguirse llevando el dinero del
pueblo a manos llenas.
Como
líder y cabeza visible de la AUN, usted encabezó con un éxito mediático
indiscutible una de las campañas políticas más ambiciosas que se
recuerdan en pos precisamente de la Unidad Nacional, 'Recuperemos
España', con la que se recorrió palmo a palmo las zonas más conflictivas
de Cataluña y Euskadi, precisamente donde esa identidad está más
erosionada. ¿Sería posible volver a repetir una hazaña de ese calibre en
el intenso espiral secesionista actual?
Las
campañas políticas políticas tienen que ser proporcionadas, oportunas y
adecuadas al momento que se vive. En este momento, la situación es
distinta. No existe el caldo de cultivo adecuado para ese tipo de actos,
es decir, no existe base humana organizada para llevarlos a cabo. Pero,
probablemente, la situación viene demandándolos mucho tiempo. La
normalización de la vida española en Cataluña, donde viven millones de
españoles, catalanes y no catalanes, perfectamente a gusto con su
nacionalidad española, es una asignatura pendiente en esta región de
España. Nadie reprime ni a Cataluña ni a los catalanes. Y ellos lo
saben. El nacionalismo -incluso el español, en su peor definición-
siempre es síntoma de insolidaridad, de egoísmo, de individualismo, de
aldeanismo, de cerrazón intelectual y moral, de atraso. El patriotismo
sólo debe ser concebido como un proyecto humano aglutinante e
ilusionante encarnado por todos los habitantes de un país. En su
capacidad de velar por el bien común y de defender a los más débiles,
garantizando sus derechos y deberes fundamentales, reside la fortaleza
de tal proyecto. No es una nación ni una patria el lugar donde nacimos
por mucho que exista una lengua propia o una cultura diferente. Porque
la Historia, que es la que define la identidad, no ha sido ajena a la
del resto de España: ha sido convergente hasta la unión. De hecho el 11
de septiembre que se conmemora "La Diada" como símbolo independentista
se parte de otra falacia histórica: nadie peleaba por la independencia
de nada. Y menos de Cataluña que históricamente sólo ha sido un
principado. Peleaban dos dinastías de la Corona española, los Austrias y
los Borbones, y ganó la más nauseabunda. Y el último reducto de
resistencia de esta Guerra de Sucesión española, quedó en Cataluña. Pero
ambos bandos luchaban por restaurar una monarquía para TODA España. Lo
demás son cuentos chinos.
Han
sido muchas las voces, vinculadas incluso a diversos ámbitos de las
Fuerzas Armadas que han amenazado a través de los medios de comunicación
con entrar en acción si continúa el creciente clima independentista en
Cataluña. ¿Qué le parece? ¿Cree que el Ejército debe pronunciarse
públicamente o sus funciones no deben de exceder nunca al ámbito
político?
Debemos
dejarnos de declaraciones histriónicas porque no está el horno para
bollos. La Constitución Española recoge en su Artículo 8.
1.
Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y
el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e
independencia de España, defender su integridad territorial y el
ordenamiento constitucional. En consecuencia, el Ejército tendrá que
cumplir con sus atribuciones y funciones constitucionales...o
desaparecer.
Si
Artur Mas, tal y como ya ha anunciado, después de las elecciones, con o
sin permiso del Estado, llegara a celebrar un referéndum de
autodeterminación en Cataluña, ¿cree que el Gobierno debería autorizar,
si es necesario, el uso de la fuerza? ¿Lo apoyaría usted? ¿Cree que es
la solución o sería encender una peligrosa mecha?
El
Artículo 155. de la Constitución Española, vigente aún, reza que Si una
Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u
otras Leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al
interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al
Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido,
con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las
medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de
dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general.
Si el gobierno catalán, o cualquier otro, atenta contra el resto de
España, se tendrá que atener a las consecuencias. La peligrosa mecha se
encendería si se pasaran por alto estas intolerables afrentas.
¿Cuál
cree que es el problema real entre Cataluña y España? ¿Por qué se ha
llegado a este punto de fractura? ¿Por qué modelo de Estado abogaría
Ynestrillas para nuestro país en el siglo XXI?
Ya
he dicho que el conflicto es entre el gobierno autónomo y el gobierno
central. Por otra parte, los distintos y sucesivos gobiernos centrales
son igual de culpables y responsables de cuanto ahora está pasando. Sus
políticas centralistas, por un lado, y sus cesiones entreguistas e
infumables, por otro, sólo pueden desembocar en esta situación. Es
evidente que el Estado de las Autonomías no funciona tal como está
planteado. Mi concepto de patria se fundamenta en la creencia de que la
misma es común e indivisible. Así también lo recoge nuestra
constitución. Y para ello no hay que tener prejuicios a la hora de
diseñar campos de actuación autogestionaria y autónoma, claro está, si
se abordara por parte de todos desde la lealtad a un proyecto de
convivencia común. Desde este punto de vista, debería revisarse sin
temor, incluso, las ventajas o inconvenientes de articular un Estado
Federal (Alemania, Estados Unidos, Argentina, etc. lo son, y sin el más
mínimo atisbo de independentismo) Pero es evidente que sin esa premisa
sine qua non como es la lealtad y la confianza, nada de esto puede
tratarse. No se puede dejar entrar al lobo en el gallinero. Y hay que
recordar que, aún en el caso de tener una opinión coincidente en su
totalidad (cosa que dudo), las actuales generaciones no son las
propietarias de los destinos de España, en general, ni de Cataluña, en
particular.
Mientras
la izquierda, el 15M y grupos anarquistas son capaces, con acciones
como la más reciente del 25S de Ocupar el Congreso, de llevar las
protestas en España a todas las portadas de la prensa internacional, la
supuesta 'extrema derecha', o los grupos patriotas, siguen inoperantes,
sin actuar más allá de actos puramente testimoniales y condenados a
perpetuidad a la más completa clandestinidad. ¿Por qué cree que esto
sucede cuando vivimos una encrucijada absolutamente histórica en la que
está en juego, más que nunca, el futuro de nuestro país? ¿Cree que es
posible todavía una gran opción revolucionaria en España?
No
es "clandestinidad" a lo que los grupos patrioteros y extremoderechistas
están condenados. Es marginalidad y ostracismo. Por la propia
incompetencia, su inmovilismo, su nacionalismo centralista, su
reaccionarismo recalcitrante y carca, su cerrazón, su falta de
compromiso, lealtad y rigor, y el hecho de que están manejados por
chivatos y confidentes del Estado en su gran mayoría. Es posible todavía
una gran opción revolucionaria en España. Hay que articularla y
organizarla con el máximo compromiso y con un plan de acción política
bien diseñado. Y dirigirlo hacia un público nuevo, joven, audaz,
comprometido y libre: todo lo contrario del prototipo frikifacha.
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