martes, 19 de marzo de 2013

Confirmación abortista de la pildora del día despues

COMENTARIOS ANTE LAS SUGERENCIAS QUE NOS HAN REMITIDO ALGUNOS DE NUESTROS LECTORES EN RELACIÓN CON NUESTRO INFORME TITULADO: COMENTARIO A LA DECISION DE LOS OBISPOS ALEMANES ACERCA DE LA UTILIZACION DE LA CONTRACEPCION DE EMERGENCIA EN MUJERES VICTIMAS DE VIOLACION
Aznar J, Tudela J.[*] 

Introducción.-
A raíz de diversos comentarios que hemos recibido relativos al Informe que hace unos días difundimos, titulado “Comentario a la decisión de los obispos alemanes acerca de la utilización de la contracepción de emergencia en mujeres víctimas de violación”, y que agradecemos, nos ha parecido de interés tratar de dar respuesta a algunos de ellos y profundizar en el análisis de los distintos supuestos que afectan a la utilización de la “píldora del día después” (levonorgestrel), pues creemos pueden aportar luz adicional acerca de la licitud moral de su uso en caso de violación. Especialmente nos parece necesario valorar en qué medida puede ser moralmente aceptable y médicamente útil determinar por ecografía transvaginal si la mujer ha ovulado, y en caso de que no lo haya hecho, poderle administrar la “píldora del día después”, pues, a juicio de los que proponen esta técnica, en dichas circunstancias su acción sería siempre anticonceptiva y, por tanto, moralmente lícita.

¿Es el efecto anovulatorio el único responsable para evitar embarazos no deseados tras una relación sexual no protegida cuando se utiliza la “píldora del día después”?
En nuestro anterior análisis pusimos de manifiesto la existencia de otros mecanismos distintos del anovulatorio que podrían contribuir a la eficacia contraceptiva del levonorgestrel,  por lo que su uso tras una violación no sería moralmente lícito.
Hemos recibido algun comentario referente a la posibilidad de encontrar determinadas circunstancias en las que podría asegurarse la existencia única del mecanismo anovulatorio, lo cual abriría el camino a la posibilidad de su utilización como anticonceptivo, desprovisto de efecto abortivo (antiimplantatorio).
Son varios los trabajos que defienden esta posibilidad[1],[2] basándose en la eficacia contraceptiva del levonorgestrel, en este caso, cuando es administrado en la fase pre-ovulatoria.  Sostienen esta hipótesis por la práctica ausencia de efecto contraceptivo que refieren en ellos cuando el fármaco es administrado el día de la ovulación o ya en la fase post-ovulatoria[3].
En relación con ello, nos parece necesario comentar que el levonorgestrel, administrado en la fase folicular (preovulatoria), no es capaz de impedir siempre la ovulación (medida como ruptura folicular), pues, aunque algunos autores refieren ausencia total de ovulación con muestras reducidas[4], otros constatan que, administrado uno o más días antes de la ovulación, ésta llega a producirse en un porcentaje variable de casos, que van desde el 23 % en un estudio de Croxatto (2007)[5], al 66 % en otro estudio, curiosamente del mismo autor, realizado más recientemente (2010)[6], lo que obligaría a buscar otro mecanismo distinto del efecto anovulatorio para justificar la ausencia de embarazos tras la relación sexual no protegida. Sin embargo, el autor se niega a  aceptar que sea el efecto antiimplantatorio el responsable último de su eficacia contraceptiva, sugiriendo que podría deberse a la interferencia del fármaco sobre la migración de los espermatozoides a través del moco cervical. En relación con ello, son varios los trabajos que se refieren a que el levonorgestrel puede dificultar la migración espermática[7],[8], aunque uno más reciente[9] niega dicha afirmación.
Existe además otro argumento que hace dudar objetivamente de la influencia negativa del fármaco sobre la movilidad espermática a través del moco cervical, cuya viscosidad alteraría, como causa de su eficacia contraceptiva. En efecto, según describe Wilcox en un  trabajo frecuentemente citado[10], la mayor probabilidad de que se produzca un embarazo se da cuando la relación sexual tiene lugar el día de la ovulación, o en los dos días precedentes. Esto significa que, si el óvulo no sobrevive más de 24 horas tras la ovulación, éste será el tiempo que tendrán los espermatozoides para fecundarlo cuando la relación sexual sea el propio día de la ovulación. Los datos de Wilcox prueban que el esperma –como es sabido- puede alcanzar en cantidades eficaces las trompas de Falopio y fecundar el óvulo en menos de 24 horas. De hecho es en este caso –solo 24 horas de plazo- cuando el índice de probabilidad de que se produzca un embarazo es el más alto. Por lo que cabría preguntarse cómo es posible que el levonorgestrel, que siempre es administrado horas después del coito, normalmente 24, tenga tiempo de modificar la viscosidad del moco cervical e interferir el tránsito de espermatozoides, si para entonces éstos ya se hallan en número más que suficiente en las trompas para producir la fecundación. Por ello, no nos parece factible que el efecto del fármaco sobre el moco cervical, dificultando en la migración de los espermatozoides, sea la causa principal del efecto contraceptivo.
¿Se manifiesta el efecto antiimplantatorio solo si se administra el levonorgestrel en la fase luteínica?
A pesar de la rotundidad de las afirmaciones de los estudios citados, respecto a la ausencia de actividad antiimplantatoria del levonorgestrel, la evidencia de su eficacia contraceptiva, aún cuando no inhibe la ovulación, hace que deban tenerse en cuenta otras posibilidades. En relación con ello, se ha planteado que el posible efecto antiimplantatorio del levonorgestrel podría producirse precisamente cuando es administrado en la fase folicular (preovulatoria) y no en la fase luteínica[11],[12], al afirmar que, desde un punto de vista fisiológico, el periodo pre-ovulatorio es precisamente el momento en el que el levonorgestrel puede manifiestar su efecto post-fertilización responsable de su efecto antiimplantatorio pues, cuando la administración pre-ovulatoria no impide la ovulación, sí puede interferir con el normal desarrollo del cuerpo lúteo, y los posteriores niveles de progesterona, alterando el normal desarrollo del complejo mecanismo que preparará el endometrio para la implantación[13].
Por tanto, según los trabajos que comentamos 11,12, el efecto post-fertilización que interfiere con la implantación es ejercido por el levonorgestrel principalmente cuando éste es administrado en la fase pre-ovulatoria. Resulta lógico pensar, por otra parte, que la sobredosis de progesterona en un momento del ciclo de predominio estrogénico (la fase folicular) debe resultar mucho más perturbadora sobre la fertilidad que su administración en la fase luteínica o post-ovulatoria, cuando la progesterona se eleva de forma fisiológica.
Con independencia de lo anteriormente expuesto, algunos autores afirman que el levonorgestrel además  del efecto anovulatorio también puede actuar retrasando la ovulación. A nuestro juicio, conviene separar ambos mecanismos, pues si retrasa la ovulación ésta acción podría tener un efecto negativo sobre la implantación. En efecto[14], el endometrio experimenta cambios drásticos durante el ciclo menstrual y solo se haya preparado para la implantación del embrión durante un corto periodo de tiempo, unos días después de la ovulación, por lo que si retrasa la ovulación podría darse que, aun cuando se produjera la fecundación el embrión, no llegara al útero en el periodo habilitado para implantarse, por lo que el mecanismo por el que se estaría dificultando el embarazo no deseado no sería anticonceptivo, sino antiimplantatorio.
Finalmente queríamos referirnos a lo afirmado por algunos en el sentido que, si con una ecografía transvaginal se puede detectar fehacientemente que la mujer que va a ingerir el levonorgestrel no ha ovulado, éste se podría administrar para evitar el tan indeseado embarazo, pues en ese caso se tendría la seguridad de que el efecto del fármaco sería exclusivamente anovulatorio; pero como más arriba se ha especificado no hay evidencia científica de que esto sea así, pues administrando el levonorgestrel previamente a la ovulación también puede, cuando no es capaz de impedirla, actuar por un mecanismo antiimplantatorio.
Conclusiones.-
1. El contraceptivo de emergencia más utilizado, el levonorgestrel, es capaz de evitar un significativo número de embarazos especialmente cuando es administrado en la fase folicular (pre-ovulatoria), aunque la evidencia científica muestra que en un considerable porcentaje de casos no lo hace impidiendo la ovulación sino por otros mecanismos.
2. Algunos autores proponen que la capacidad de alterar la viscosidad del moco cervical es la que explicaría la eficacia contraceptiva del levonorgestrel cuando no actúa como anovulatorio. Creemos que hemos aportado suficientes datos para demostrar que esta explicación no parece ser convincente.
3. Se ha venido estudiando la capacidad del fármaco para alterar el endometrio y dificultar la implantación, si se administra en la fase peri o post-ovulatoria, asumiendo que cuando es administrado en la fase pre-ovulatoria  es eficaz solo por su capacidad de impedir la ovulación, extremo que creemos no está suficientemente contrastado.
4. Finalmente, se ha sugerido que utilizando la ecografía transvaginal se podría detectar fehacientemente si  la mujer que ha sufrido una violación ha ovulado o no. Si no hubiera ovulado algunos proponen como lícito moralmente administrar la píldora del día después para evitar un embarazo no deseado tras una violación, pero como se ha comentado anteriormente, el levonorgestrel administrado pre-ovulatoriamente también puede actuar por un mecanismo antiimplantatorio, lo que no apoyaría la licitud moral de su uso.
Referencias.-


[*] Observatorio de Bioética
Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir”
E-mail de contacto: justo.aznar@ucv.es  


[1] Marions L, Cekan SZ, Bygdeman M, Gemzell-Danielsson K. Effect of emergency contraception with levonorgestrel or mifepristone on ovarian function. Contraception 2004;69(5):373.
[2] Durand ; Larrea F, Schiavon R. Mecanismos de acción de la anticoncepción hormonal de emergencia: efectos del levonorgestrel anteriores y posteriores a la fecundación. Salud Pública de México 2009; 3:255-7
[3] Novikovaa N, Weisbergab E, Stanczykc FZ, Coxatto HB, Fraserab IS. Effectiveness of levonorgestrel emergency contraception given before or after ovulation — a pilot study. Contraception 2007; 75 (2): 112-8.
[4] Tirelli A, Cagnacci A, Volpe A. Levonorgestrel administration in emergency contraception: bleeding pattern and pituitary-ovarian function. Contraception 2008;77:328-5
[5] Croxatto H, Ortiz ME. Cómo y cuando el levonorgestrel previene el embarazo cuando se administra como anticonceptivo de emergencia. Población y Salud en Mesoamérica 2007; 4(2):1-20
[6] Noé G, Croxatto H, Salvatierra A, Reyes V, Villarroel C, Muñoz C, Morales G, Retamales A. Contraceptive efficacy of emergency contraception with levonorgestrel given before or after ovulation. Contraception 2010; 81: 414–7
[7] Kesserü E et al., “The Hormonal and Peripheral Effects of d-Norgestrel in Postcoital
Contraception,” Contraception 1974;10: 411–14.
[8] Yeung WS, Chiu PC, Wang CH, Yao YQ, Ho PC. The effects of levonorgestrel on various sperm functions. Contraception 2002;66:453–7.
[9] do Nascimento JA et al. In Vivo Assessment of the Human Sperm Acrosome
Reaction and the Expression of Glycodelin-A in Human Endometrium after Levonorgestrel
Emergency Contraceptive Pill Administration. Human Reproduction 2007;22(8):2190–6.
[10] Wilcox AJ, Weinberg CR, Baird DD. Timing of sexual intercourse in relation to ovulation. Effects on the probability of conception, survival of the pregnancy and sex of the baby. N Engl J Med 1995;333:1517–21.
[11] Yeung P, Laethem E, Tham J. “Argument Against the Use of Levonorgestrel”; rebuttal to “Argument in Favor of the Use of Levonorgestrel”; and letters, The National Catholic Bioethics Quarterly NCBQ Summer and Autumn 2008.
[12] Yeung P, Laethem E, Tham J. Argument Against the Use of Levonorgestrel in Cases of Sexual Assault. Catholic Health Care Ethics: A Manual for Practitioners 2008;143–8
[13] Durand M, Seppala M, Cravioto C, Koistinen H, Koistinen R, González-Macedo J, Larrea F. Late folicular phase administration of levonorgestrel as an emergency contraceptive changes the secretory pattern of glicodelyn in serum and endometrium during the luteal phase of menstrual cycle. Contraception 2005;71:451-7
[14] Berlanga O. Implantación del embrión en la fecundación in vitro. Investigación y Ciencia, noviembre 2012

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